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FORO CUBANO Vol 6, No. 57  – TEMA: MUJERES Y REVOLUCIONES

Tantas luchas y al final la prostitución me quitó el hambre: reflexión sobre la realidad de las mujeres trans en Cuba

Vistas

Por: Demian Danielle García

Junio 2023

La crisis económica en Cuba ha desatado hambre y ha hecho que las personas dejen su dignidad en búsqueda de una supervivencia en la isla; la Cuba que nos presentan los medios solo es la capa que esconde una realidad donde las personas deciden vender su cuerpo para poder alimentarse, una donde el atractivo turístico en el país son las mujeres entregándose a extranjeros por una mejor calidad de vida de las que un trabajo convencional les puede ofrecer. Y si bien esta es una problemática que azota a todo tipo de mujeres, en esta ocasión pondré en el foco a las mujeres trans, que se deben enfrentar a la discriminación, la falta de oportunidades laborales, el abuso policial y el precario desarrollo institucional en derechos que garanticen su existencia en sociedad. 


Por ahora te pido que imagines…


Imagina que entras a la universidad, trabajas duro por conseguir tu título, estudias y te esfuerzas pero hay algo que siempre te persigue: la discriminación; y si bien logras destacar académicamente los comentarios no cesan. Al inicio tu mundo se hace demasiado grande y te sientes un grano de arena que debe ser como los demás le dicen, pero después te atreves y defiendes tu identidad con los costos que eso conlleva, luego tu entorno te empieza a decir que no llegarás a ningún lado por como te ves, por como exiges que respeten tu identidad, porque las personas como tú no llegan lejos, tanto así que incluso llegas a tener el miedo de que saboteen tus exámenes para poder perjudicarte. Al final, ves a otra de tus compañeras, una mujer trans, dejar sus estudios porque no consiguió soportar el rechazo y los comentarios, pero tú lo logras y consigues dos licenciaturas, es entonces cuando empiezas a buscar trabajo para poder sostenerte y seguir luchando; te diriges al Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en tu municipio para preguntar por la oferta laboral, allí te recibe una señora con aquella mirada familiar de desaprobación en la que sabes que ni siquiera te miran como un ser humano, sino como una aberración, y ella te dice: “Aquí la única  oferta de empleo para una persona como usted (una trans) es limpiar piso en un hospital”. Es entonces cuando decides ocultar tu verdadera identidad y consigues un trabajo en el que debes pasar todos los días con un nombre, un aspecto y una identidad de hombre con la que no te identificas; y aún así cansada de la precariedad sigues, hasta que un día escuchando rumores entras en la Zona Roja y te das cuenta que ser prostituta te ofrece una mejor oportunidad que tu puesto actual, además no te tienes que esconder porque a nadie le importa quién eres, y finalmente entras en el trabajo sexual.


Esta es la historia de Donatella, Cruella y Yeilis María, quiénes enfrentaron la discriminación en diversas áreas relacionadas a su subsistencia, desde la educación hasta el mundo laboral. Ellas visibilizaron lo que era tener que recurrir al trabajo sexual por mejores oportunidades tanto económicas como sociales para subsistir sin esconder su identidad, puesto que la prostitución era el lugar donde podían ganar más que en un salario convencional y no tenerse que esconder bajo lo socialmente aceptado; Yeilis María incluso publicó en redes sociales un mensaje hacia Malú Cano, coordinadora nacional del proyecto TransCuba, denunciando la precariedad laboral a las que se enfrentan las personas trans, luego de su experiencia en el MTSS, en donde solo le ofrecían ser un conserje en un hospital. En Cuba el turismo sexual es uno de los que más oportunidades ofrece a las mujeres cubanas, una problemática que azota al país desde hace años y se ha posicionado fuertemente en la narrativa contemporánea junto con el surgimiento de dinámicas alrededor de este como el “jineterismo”; según cifras de la red TransCuba para el 2021 el 80-90% de las 138 mujeres trans identificadas, ejercían la prostitución (Cubano, 2021; Latfem, 2021; Rodríguez, 2021).


Ahora estás en la Zona Roja, alzándote en los peligros de las calles y luchando por conseguir clientes, vas corriendo de calle en calle porque a pesar de ser un trabajo rentable tienes mucha competencia y solo las más bonitas consiguen los buenos clientes. Es ahí cuando decides entrar en un proceso quirúrgico de reasignación de sexo, escuchas en las noticias que el Estado las ofrece gratis, pero te das cuenta de que para ello debes ir hasta la capital y pasar por el dictamen de un psiquiatra para esperar en una larga línea de espera, de la que sabías que te sacarían por no ser afín a los ideales del régimen. Lo que te llevó a contratar a un doctor del mercado negro para que te pusiera senos de manera ilegal y empezaste a automedicarte con hormonas para contrarrestar la disforia de género, puesto que el tratamiento hormonal solo lo ofrecen en La Habana y es muy costoso para ti ir.


Llevas un buen tiempo y empiezas a sentirte enferma, ya que hace meses dejaste de utilizar condones en tu trabajo, no hay en las farmacias y los del mercado negro no te alcanzan, te dan miedo los hospitales porque no quieres aceptar que pudiste haber contraído VIH, además te recuerdan las veces a las que has ido y no te han atendido como mujer porque no has logrado cambiar tus documentos de identidad para que reflejen que lo eres.


Mujeres como Francesca y Ana vivieron el estigma alrededor del sistema de salud y la precariedad de implementos y medicamentos, demostrando la realidad cubana en la que, por un lado, las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual son vulnerables en cuanto a que no tienen acceso a preservativos y/o medicamentos para su seguridad, por el otro, hay una gran dificultad para acceder a los procesos de reasignación de sexo pues todos estos se encuentran concentrados en La Habana y las personas con bajos recursos socio-económicos no pueden acceder a ellos, además del componente ideológico existente en cuanto a que la lista de espera mencionada es gestionada por el Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual), organización afín al régimen que ha hecho acciones discriminatorias en el pasado contra aquellos que no defienden los mismos ideales. Esto adicional a la precariedad tanto en infraestructura como en implementos del sistema de salud cubano que está centralizado y no posee con la capacidad ni calidad suficiente para atender las necesidades de sus habitantes, una crisis de salud pública que salió a la luz con la pandemia (Latfem, 2021; Rodríguez, 2021).


Imagina que estás en la fila para ir a comprar los alimentos necesarios en una tienda de MLC cuando unos policías se te acercan diciendo que les estás faltando al respeto por estar “vestida como una mujer”, se acuerdan de haberte visto en las calles ejerciendo tu profesión, y a pesar de que ejercer la prostitución no es un delito, te llevan y te aplican la ley de peligrosidad predelictiva, allí te encarcelan y en lugar de reconocer tu identidad como mujer, te remiten en un centro carcelario para hombres, se te obliga a “vestirte y comportarte como hombre”, se te humilla, se te presiona por suspender ciertos procesos de hormonización, sufres de abusos sexuales y todo el mundo te ignora a pesar de saber que tienes VIH positivo; tus familiares duran años abogando por tu liberación y el tratamiento de tu enfermedad. 


Escuchas que una de tus compañeras por miedo a que la encarcelen decide irse del país, abandonando su hogar y su familia, para buscar una mejor calidad de vida en el exterior y buscar asilo en España, un lugar donde no se le discrimina por su identidad, pero sí tiene menores oportunidades para salir adelante por ser migrante; te cuestionas si en el momento de salir de la cárcel, ese será tu destino.


Esta historia corresponde a Carolina, Merlía Somers y Brenda Díaz; aquí se evidencian dos fenómenos: en primer lugar, el abuso policial hacia las mujeres trans y el no reconocimiento de su identidad en los centros carcelarios; por el hecho de ser trans las tratan con poca seriedad y no atienden correctamente a sus demandas, lo que las desprotege de todo acto discriminatorio en las calles, y además deben aguantar el repudio de los policías que esconden su transfobia bajo la ley de peligrosidad predelictiva, a Merlía le pusieron una multa de 1000 pesos cubanos porque el hecho de vestirse como mujer era un “irrespeto a la policía y desacato de la ley”; por otro lado Brenda Díaz que hace parte de los presos políticos de las protestas del 11J en el 2021 y fue recluida en un centro penitenciario de hombres todavía sigue alegando su libertad y su familia lucha por el tratamiento de sus enfermedades (García, 2022; Spíritus, 2021). 


En segundo lugar, la ola de migración de personas que deciden o deben abandonar Cuba por las condiciones de calidad de vida que ofrecen otros países, por lo general recurren a irse a países como Estados Unidos, España o Rusia, donde la discriminación por ser migrantes es pan de cada día, pero al menos no deben ocultar su identidad, como cuenta Carolina que decidió irse a España porque en Cuba la perseguía la policía bajo esta ley de peligrosidad predelictiva y aún tiene dificultades por encontrar un trabajo digno (Rodríguez, 2021). 


Las mujeres trans en Cuba no tienen garantías para sobrevivir, en un país lleno de discriminación en la que no pueden acceder a un trabajo con buenas condiciones, a un sistema de salud que las atienda correctamente, ni a unas autoridades que las protejan de la transfobia, y terminan siendo parte de aquel turismo que hace que los extranjeros vean a Cuba como un paradisiaco sexual. No solo se pueden evidenciar las dificultades desde la crisis económica que azota a Cuba desde hace años, sino además de la falta de una ley de identidad de género que las proteja de una sociedad discriminatoria que las sigue marginalizando por lo que son; las mujeres trans luchan cada día por sobrevivir y resistir, y su existencia es en sí misma es una verdadera revolución. 


Referencias


Cubano, P. (2021). ¿Por qué limpiar pisos es nuestra única opción? Cubana trans explota contra Malú Cano. In Periódico Cubano. https://www.periodicocubano.com/personas-transexuales-cuentan-con-limitadas-oportunidades-de-empleo-en-cuba/


García, D. (2022). Gritos de protesta LGBTIQ+ en medio de la estigmatización y la represión policial. In Foro Cubano. Vol. 5, No. 47 - Tema: 11J: “A un año del grito de libertad.” https://www.programacuba.com/gritos-de-protesta-lbtiq


Latfem. (2021). Chicas trans en Cuba: entre la pandemia y la escasez de condones. In Latfem. https://latfem.org/chicas-trans-en-cuba-entre-la-pandemia-y-la-escasez-de-condones/


Rodríguez, Y. (2021). ¿Qué puede celebrar la comunidad trans cubana en el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero. In Diario de Cuba. https://diariodecuba.com/cuba/1617188574_29965.html


Spíritus, S. (2021). Una cubana transexual denuncia maltratos y una multa de la Policía por vestir de mujer en una cola. In Diario de Cuba. https://diariodecuba.com/cuba/1616500091_29788.html
 
 

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