
FORO CUBANO Vol 8, No. 71 – TEMA: Crisis de derechos sociales y económicos en Cuba
Cuba en cifras: la labor de la Red de Observatorios Independientes de Cuba
Por: Red de Observatorios Independientes de Cuba
Febrero y marzo de 2025
No es un secreto que la situación social y económica en Cuba permanece en un estado crítico. Más de seis décadas de políticas centralizadas, reformas económicas fallidas y un colapso estructural, han dado lugar a un panorama marcado por el desabastecimiento, el aumento de la pobreza y la vulneración sistemática de derechos fundamentales. La crisis en la isla ya no es solo económica… ha adquirido un tinte humanitario y de violación de derechos.
Ante este escenario, desde la Red de Observatorios Independientes de Cuba se ha propuesto para hacer visible la información que el Estado cubano ha intentado mantener oculta. A través del envío de informes, la participación en instancias internacionales, e incluso, colaboración con medios independientes, buscamos contrarrestar la opacidad institucional que ataca a diario la población cubana. La labor de la Red se ha enfocado en el seguimiento y denuncia de temas que van desde el acceso a los alimentos y la posibilidad de participar políticamente, hasta las condiciones de vida de las mujeres, los adultos mayores y otros sectores que históricamente han sido marginados.
El compromiso de la Red sigue en pie, por ello, en este documento se presenta un balance del estado de los derechos humanos en Cuba en 2024, según los distintos enfoques trabajados por los observatorios:
(In)seguridad alimentaria: entre el hambre y la incertidumbre
Uno de los aspectos más alarmantes del colapso económico en la isla, se encuentra relacionado con el derecho a la alimentación. Según datos de Food Monitor Program[1] (2025), el 65,51 % de la población ha perdido “todo el acceso” o un “acceso considerable” a los alimentos desde la implementación de la Tarea Ordenamiento (Ver gráfica 1).
Gráfica 1. Percepciones sobre el poder adquisitivo tras la Tarea Ordenamiento.
Tomado de: En Cuba hay hambre 2024 (2025)
[1] Para más información, visita el último informe de Food Monitor Program “En Cuba hay hambre, 2024”: https://www.foodmonitorprogram.org/_files/ugd/57b390_457a21bd4f884fcda1c55b13f7222ad4.pdf
Así mismo, la percepción de la inflación alimentaria se puede pronunciar casi que al unísono: el 98,82 % de las personas encuestadas considera que los precios se han disparado en el último año.
Gráfica 2. Percepción de aumento de los costos en los últimos 12 meses
Tomado de: En Cuba hay hambre 2024 (2025)
Bajo esta luz, el sistema de racionamiento, lejos de ser una ayuda como lo quiere hacer ver el régimen, ha agravado la precariedad. En la Encuesta de Seguridad Alimentaria del 2024, el 85 % de los encuestados reportó que los productos de la libreta de abastecimiento son cada vez de peor calidad y en menor cantidad. La escasez de alimentos se ha convertido en una fuente constante de estrés, endeudamiento familiar y desnutrición. A este escenario se suma una percepción casi generalizada, donde el 63 % de los encuestados considera que la principal causa del desabastecimiento es la ineficiencia administrativa estatal.
Las familias han tomado medidas como acceder el mercado informal para hacer un contrapeso a la escasez; no obstante, en este tipo de transacciones los precios incluso pueden triplicar los oficiales, lo que hacen que la brecha de acceso se acentúe cada vez más. Quienes reciben remesas en divisas o cuentan con redes en el exterior logran acceder a alimentos básicos, mientras los hogares que no cuentan con estas fuentes de ingresos, generalmente quedan expuestos a carencias nutricionales. Así mismo, este fenómeno se agudiza en algunas provincias, donde los costos de transporte y el deterioro de las vías encarecen aún más los productos.
En este sentido, los alimentos se han convertido en una preocupación diaria, e incluso en el centro de cada conversación familiar. Las madres y abuelas, como cuidadoras, han tenido que adaptar sus recetas con lo poco que hay, priorizar a los más pequeños, o prescindir de una comida para que otro miembro de la familia pueda comer. Alimentarse, un acto de naturaleza humana se ha transformado en una fuente de angustia que marca el ritmo de la vida en la isla, con colas eternas, mercados vacíos y un pensamiento recurrente: ¿qué habrá en el plato mañana?.
Agua y saneamiento: un derecho “a medias”
Así como la alimentación, el acceso al agua potable y al saneamiento básico continúa siendo un privilegio en muchas zonas del país. Según, el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (2024), al menos 1.884.000 personas no tienen acceso a agua potable, aunque el gobierno solo reconoce a 956.000. De esta misma forma, más de 475.000 personas dependen de camiones cisterna para su abastecimiento, un sistema irregular y muy posiblemente enlazado con corrupción. En muchas provincias, la rutina de conseguir agua define los horarios y las prioridades de la vida cotidiana. Las familias madrugan para hacer fila en puntos de distribución improvisados, cargan recipientes durante largas caminatas y racionan cada vasija en función de la cocina, la limpieza y la higiene personal. El tiempo que podría destinarse al trabajo, al estudio o al descanso termina dedicado a una tarea que debería resolverse con un grifo que funcione:
“el servicio de agua se ha deteriorado por la falta de mantenimiento de la infraestructura incluida la falta de reparación de bombas y conductos y la mala gestión de los recursos hídricos. Esto ha llevado a una serie de problemas como la contaminación de fuentes de agua, la salinización y la pérdida de hasta el 60% del agua bombeada debido a fugas en las redes de distribución.” Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (2024)
La falta de un servicio vital como este aumenta los riesgos sanitarios y limita el desarrollo local. Sin agua, las instituciones de salud, las escuelas, entre otros, suspenden actividades, las cooperativas no pueden operar con normalidad y los brotes de enfermedades transmitidas por agua contaminada o estancada se vuelven recurrentes. Por esta razón, el acceso al agua no solo debe verse como una cifra, sino como una visibilización de un sistema político ha postergado el bienestar y ha dejado a miles de familias sin lo más básico para vivir con dignidad.
Adultos mayores: exclusión, pobreza y abandono
Otro enfoque de la Red muestra cómo las personas mayores en Cuba atraviesan una crisis que muchas veces pasa desapercibida, pero que se ha venido profundizando con el pasar de los años. Envejecer en la isla, para muchos, significa enfrentar una regla general de abandono institucional, estado de precariedad y, finalmente, la soledad. Al llegar a la edad de jubilación, lo que debería ser una etapa de descanso se transforma en una lucha diaria por sobrevivir con pensiones que no alcanzan para lo básico. La vivienda, que debería ser un espacio de seguridad, representa una preocupación más. Los techos se filtran con cada lluvia, hay falta de agua, cortes eléctricos y las habitaciones deben ser compartidas con demasiadas personas. Son hogares que no protegen, que enferman, y aun así, es lo único con lo que muchos cuentan. Es así como la vejez en Cuba deja de ser una etapa de la vida y se convierte en una muestra clara de las carencias que arrastra el país desde hace décadas y ataca de manera directa a quienes han llevado los hogares a cuestas[1].
El Mapa de Intervención en la Vejez de Cuido60 (2025) revela una realidad que ya muchas familias conocen de cerca: los servicios destinados a la población mayor están distribuidos de forma desigual, ¡aquí también hay una brecha! Mientras en algunas ciudades se concentran hogares, comedores y centros de atención diurna estatales, en la mayoría de provincias, la presencia institucional es prácticamente inexistente (ver Gráfica 3). En ese vacío, han sido las OSC las que han intentado llenar los espacios que el Estado no atiende, ofreciendo acompañamiento psicológico, entrega de alimentos, donaciones y actividades de recreación o capacitación; no obstante, estas iniciativas dependen casi por completo del esfuerzo voluntario, lo que limita el alcance dada la escasez de recursos.
Gráfica 3. Mapa de Intervención en la Vejez de Cuido60
Fuente: Tomado de Cuido60 (2025)
Cuando por fin logran acercarse a los servicios públicos disponibles, las personas mayores se enfrentan a barreras que muchas veces resultan tortuosas: listas de espera interminables, tarifas a las que no pueden acceder o la imposibilidad de movilizarse por falta de transporte. Ante estos retos, el cuidado recae casi por completo en el ámbito familiar, donde las mujeres siguen siendo las principales responsables de atender a los adultos mayores. Según Cuido60, A pesar de los discursos oficiales sobre igualdad, en la práctica persiste una visión profundamente familista que reproduce el rol tradicional de la mujer como cuidadora natural dentro del hogar. Esta carga no es solo física, sino también emocional y económica, y se sostiene en silencio, sin apoyos del Estado ni reconocimiento institucional. La sobrecarga que enfrentan muchas de estas mujeres no solo vulnera su propio bienestar, sino que perpetúa un ciclo desigual de cuidados.
Ahora bien, realizando un acercamiento a la situación de las personas mayores en Cuba, resulta útil remitirse al VII Informe elaborado por el Observatorio de Derechos Sociales y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, en donde se evidencia una percepción generalizada: la mayoría de la población encuestada (78 %) identifica a este grupo como el más desfavorecido dentro del tejido social del país (ver Gráfica 4). Pero no se trata solo de una mirada externa, ya que incluso las propias personas mayores se reconocen como el sector más abandonado, especialmente entre quienes superan los 70 años, donde esta percepción alcanza niveles de hasta el 89%[1].
Gráfica 4. Sectores de la población que lo están pasando peor
Fuente: Tomado de “El estado de los derechos sociales en Cuba. VII Informe 2024” (2024)
Lamentablemente el reconocimiento generalizado del abandono no es una exageración ni una impresión, sino que ha surgido de una experiencia acumulada de carencias que marcan la vejez en Cuba. Las pensiones no alcanzan, los servicios de salud son cada vez más inaccesibles, las viviendas están en ruinas, y la soledad se impone como una constante. En lugar de ser una etapa de cuidado y respeto, envejecer se ha convertido en un proceso de empobrecimiento, invisibilización y pérdida de autonomía.
Derecho al desarrollo: una economía al borde del colapso
La economía cubana se encuentra en una situación crítica que ha cambiado las condiciones de vida en todos los sectores de la población. Según el Observatorio de Monedas y Finanzas (OMFi), la inflación descontrolada, la depreciación del peso cubano y el estancamiento salarial han dejado a la población atrapada entre precios dolarizados en una economía bastante débil, además de sueldos que apenas cubren lo mínimo. En este sentido, los derechos económicos han pasado a un segundo plano y han sido derrumbados por la incertidumbre y la falta de respuesta por parte del Estado.
La Tarea Ordenamiento no solo no resolvió los problemas existentes, sino que introdujo nuevos desequilibrios: distorsiones cambiarias, aumento en los empleos informales, entre otros. La falsa promesa de reorganizar la economía terminó agudizando la brecha entre quienes acceden a divisas a través de remesas o conexiones con el exterior, y quienes dependen exclusivamente del peso cubano.
La recuperación económica no solo es frágil, sino cada vez más incierta. A pesar de los esfuerzos del gobierno por mostrar una falsa estabilidad, los indicadores muestran cuál es la realidad:
“(...)las cifras significan que el PIB real (a precios constantes de 1997) estaría en niveles similares a los de 2013. Dicho de otra forma, se puede hablar de una «década perdida» en términos de la dinámica del PIB. Si se proyecta el ritmo de la recuperación alcanzado desde 2021, serían necesarios 14 años para recobrar los valores del PIB de 2018, que constituye el máximo antes de la crisis actual” (OMFi, 2023)[1]
Este panorama fue también presentado en instancias internacionales, donde Cuido60 denunció el deterioro progresivo del derecho al desarrollo en Cuba en la sesión 191 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH[2], destacando el retroceso de 35 posiciones en el Índice de Desarrollo Humano entre 2019 y 2022, con una variación marcada en los puntajes asignados para cada período (Ver Gráfica 5).
Gráfica 5. Puntaje índice de Desarrollo Humano en Cuba (2015-2022)
Fuente: Tomado de The Global Economy (S.F): https://www.theglobaleconomy.com/Cuba/human_development/
Este tipo de episodios continúan fortaleciendo el escenario donde los derechos económicos, sociales y culturales se ven vulnerados de forma sistemática y el Estado no es garante de las condiciones mínimas de bienestar. Por eso, el desarrollo entendido como la posibilidad de vivir una vida con oportunidades, dignidad y autonomía ha dejado de ser un derecho para millones de cubanos; en su lugar, se ha impuesto la sobrevivencia, donde la situación de precariedad y desigualdad son el pan de cada día.
Participación política: sin representación
La participación política en Cuba continúa siendo un ejercicio controlado. En marzo de 2023, se designaron 470 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular. De ellos, 456 eran militantes del Partido Comunista o de la Unión de Jóvenes Comunistas, lo que pone en evidencia lo que se denuncia con recurrencia: la falta de pluralismo. Y, aunque las cifras oficiales reportan una supuesta participación del 75,87 % en las elecciones, no existen mecanismos independientes en los cuales se pueda hacer una verificación. La imposibilidad de presentar candidaturas fuera de lo tradicional y la presión simbólica y social para votar anulan por completo el derecho al sufragio. El resultado es un sistema en el que el voto se ejerce, pero no se elige.
El Observatorio de Derechos Electorales (2023), realizó un seguimiento al proceso electoral de 2023 y documentó algunas de irregularidades. Uno de los hallazgos más preocupantes fue la práctica del voto asistido, un mecanismo que debería utilizarse de manera excepcional para personas con discapacidad, pero que en la práctica ha sido manipulado para condicionar este derecho. El 100 % de los encuestados afirmó haber presenciado o participado en este tipo de votación (Ver Gráfica 6), lo que sugiere un patrón de intervención y vigilancia sobre el acto individual de votar y anula el supuesto carácter de transparencia al que alude el régimen.
Gráfica 6. ¿Se practicó el voto asistido?
Fuente: Tomado de “Informe Observadores de Derechos Electorales ODE- Elecciones Generales 26 de marzo del 2023” (2023)
En esta misma línea, el Observatorio Legislativo de Cuba documentó cómo durante 2024, el Parlamento aprobó leyes que refuerzan el control estatal y restringen derechos fundamentales. Entre ellas, destacan las normativas migratorias y de ciudadanía, que permiten despojar de la nacionalidad a activistas y opositores, así como controlar los movimientos de quienes residen dentro y fuera del país. También la adopción de decretos que limitan la actividad del sector privado, mediante impuestos y obstáculos administrativos que reprimen cualquier intento de iniciativa independiente.
Este patrón en el ámbito legislativo se complementa con una estrategia de diplomacia parlamentaria que busca legitimar al régimen en el escenario internacional. Un ejemplo de ello es el establecimiento de relaciones de la ANPP con gobiernos afines como Rusia, China y Venezuela, además de la búsqueda para influir en espacios democráticos de América Latina y Europa. Bajo el discurso del bloqueo económico y el rechazo a las sanciones internacionales, se pretende desviar la atención de la profunda crisis interna y de las responsabilidades del Estado cubano. Es en este tipo de escenarios donde la Red de Observatorios expone cada uno de los hallazgos y visibiliza el estado real de los Derechos Humanos en la isla.
Libertad de expresión y protesta: un derecho reprimido
A pesar de la vigilancia, las amenazas y la represión estatal, los cubanos continúan alzando la voz. En 2024, el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) documentó miles de protestas y acciones cívicas en toda la isla. Estas manifestaciones muestran la insatisfacción y molestia frente a un gobierno que no solo no escucha, sino que niega la crisis y que responde al descontento con más represión.
Entre enero y noviembre de 2024 se registró un total de protestas 7.683 y denuncias públicas, en un año marcado por apagones masivos, el colapso de la red eléctrica, afectaciones por fenómenos naturales, entre otros. Las manifestaciones se extendieron por al menos 20 municipios de nueve provincias mediante cacerolazos, carteles contra el gobierno y protestas espontáneas, resaltando áreas cada vez más diversas: alimentación, inflación, salud, inseguridad, vivienda, servicios públicos y reclamos ante la creciente militarización de la vida cotidiana, áreas sobre las cuales se ha realizado un acercamiento en este documento.
Gráfica 7. Denuncias y protestas entre enero y noviembre de 2024 en Cuba
Fuente: Tomado de “Cuba: 792 protestas y denuncias en noviembre” (2024)
Específicamente para el mes de noviembre, el Observatorio Cubano de Conflictos (2024) registró 133 acciones represivas como detenciones, amenazas, vigilancia domiciliaria, acoso contra familiares de presos políticos y campañas de descrédito en redes sociales. Al menos 25 personas fueron arrestadas por participar en protestas presenciales contra los apagones. Entre las manifestaciones documentadas, destacan aquellas vinculadas a la escasez de alimentos, los cortes de electricidad y la imposibilidad de acceder a servicios médicos básicos. Las imágenes de personas recogiendo comida del suelo, de viviendas colapsadas, de hospitales sin insumos y de madres mendigando medicamentos en redes sociales, reflejan una crisis estructural que ya no se puede disimular.
Frente a la decadencia diaria de los derechos humanos, el ejercicio de la protesta ya no responde únicamente a una motivación política, sino que se ha transformado en una estrategia de supervivencia y en una forma de preservar la dignidad. Para muchas personas, manifestarse es la única vía que les queda para denunciar abusos, reclamar derechos y romper con el silencio impuesto desde las instituciones.
Cultura y educación: espacios de creación bajo represión
El arte y la educación son elementos que hacen parte del desarrollo de la libertad y el pensamiento crítico, pero en Cuba, han sido constantemente censurados y castigados por el régimen. Tanto los artistas, como los alumnos y docentes a diario se enfrentan a formas de represión que, aunque operan en distintos escenarios, se ven afectados bajo un mismo control ideológico.
De acuerdo con el Observatorio de Derechos Culturales (2024), hasta septiembre de 2024 se contabilizaban al menos 19 artistas detenidos, 16 de ellos en prisión y otros tres con sanciones sin internamiento. De estos, 15 fueron condenados por participar en las protestas del 11 de julio de 2021. Entre los casos más emblemáticos se encuentran Maykel Castillo, detenido desde mayo de 2021, y Yasmani González, arrestado en abril de 2023. Y como casi todas las condenas impuestas durante el 11J, estos creadores no son la excepción. ¡En Cuba hay restricción y prisión si se comparte contenido crítico al sistema político en las obras de arte e incluso opiniones en redes sociales!
De forma paralela, el Observatorio de Libertad Académica ha documentado cómo la educación en Cuba también se encuentra capturada por estructuras de represión institucionalizada. En el último informe de 2024[1], OLA registró 128 incidentes relacionados con censura, hostigamiento y discriminación en contextos docentes. Las formas más comunes de represión incluyen el trato desigual ejercido por funcionarios estatales con 264 registros, la discriminación por orientación o afiliación política con 176, el acoso sistemático con 175 y, en menor medida pero en aumento, 109 casos de censura académica (Ver Gráfica 8).
Gráfica 8. Tipos de incidentes con mayor recurrencia en instituciones educativas cubanas
Tomado de: Informe 47 Observatorio de Libertad Académica (2025)
Tanto el OLA como el ODC coinciden en que los espacios de formación, debate y creación, ya sea en las instituciones educativas e incluso una obra de arte o canciones, están siendo reprimidos por un sistema que teme a la autonomía del pensamiento. Tanto el arte como la docencia son entendidos por el Estado como zonas sensibles de influencia ideológica, y por ello están sometidos a estrictos mecanismos de control, vigilancia y castigo. Por esto, desde la Red se denuncia una vez más que en Cuba, la libertad de cátedra y la libertad creativa son solo derechos frágiles que se extinguen en cuanto se cuestiona al régimen.
[1] Visita el último informe del OLA- Cuba: la universidad no es para “lomonositos”: https://repositorio.4metrica.org/handle/001/286
[1] La recuperación económica se tambalea: https://omfi.eltoque.com/la-recuperacion-economica-se-tambalea/
[2] Enlace a la sesión 191 de la CIDH donde participaron los observatorios miembros de la Red- Cuido60, FMP, OCDH y OGAT: https://www.oas.org/es/cidh/sesiones/audiencia.asp?Hearing=3760
[1] Para más información, visita el apartado “Sectores que peor lo están pasando” en https://derechossocialescuba.com/wp-content/uploads/2024/07/ODS7redux.pdf
[1] Conoce más de las narrativas de los adultos mayores en Cuba en “La voz de los 60”: https://www.cuido60.com/lavozdelos60
Referencias:
Cuido60. (2024). Relatos de cuidadoras: Historias desde la vejez en Cuba. https://www.cuido60.com/relatos-de-cuidadoras
Cuido60. (2025). Mapa de intervención en la vejez. https://www.cuido60.com/mapa-de-intervención-en-la-vejez
Food Monitor Program. (2025). En Cuba hay hambre 2024: Informe nacional sobre seguridad alimentaria. https://www.foodmonitorprogram.org/_files/ugd/57b390_457a21bd4f884fcda1c55b13f7222ad4.pdf
Hypermedia Magazine. (2024). Artistas presos políticos en Cuba: Registro y actualización. https://hypermediamagazine.com/sociedad/artistas-presos-politicos-en-cuba-septiembre-2024-registro-y-actualizacion/
Observatorio Cubano de Conflictos. (2024). Cuba: 792 protestas y denuncias en noviembre. https://observatoriocubano.com/2024/12/03/cuba-792-protestas-y-denuncias-en-noviembre/
Observatorio de Auditoría Ciudadana (2024). El problema del agua en Cuba. https://cubasiglo21.com/el-problema-del-agua-en-cuba/
Observatorio de Derechos Electorales. (2023). Informe Observadores de Derechos Electorales ODE – Elecciones Generales 26 de marzo del 2023. https://drive.google.com/file/d/1mJIQqm2cqMRvkr4vGoqssENVjJ80xsP0/view
Observatorio de Libertad Académica. (2025). Cuba: la universidad no es para “lomonositos” https://repositorio.4metrica.org/handle/001/286
The Global Economy (S.F). Cuba: Índice de desarrollo humano. https://www.theglobaleconomy.com/Cuba/human_development/







