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FORO CUBANO Vol 4, No. 39 – TEMA: SOCIEDAD, MEDIOS Y REDES SOCIALES–

Más allá de las pantallas

Por: Caroll Cárdenas López

Diciembre 2021

Vistas

El artículo presenta una crítica al entorno digital actual a partir de los hechos ocurridos en las protestas sociales de Colombia y Cuba en 2021, destacando que las personas instrumentalizan las historias de quienes viven problemáticas sociales para su propio beneficio.

Gracias a los avances tecnológicos hoy en día tenemos una gran variedad de dispositivos que nos permiten acceder a la información casi instantáneamente, sin muchos filtros y de una manera menos limitada de lo que era hace algunos años. De esta forma, muchas plataformas y distintos medios para comunicarnos han tomado fuerza, como las redes sociales, que han creado un espacio en el que los individuos ya no solo son receptores pasivos de información, sino que ahora se han convertido en emisores y productores activos pasando a ser “prosumidores”. Dadas estas nuevas dinámicas de interacción, se hace necesario desarrollar nuevas herramientas que ayuden al ser humano a comprender cada uno de estos procesos y el comportamiento de los individuos en los nuevos espacios. No obstante, también han surgido grandes retos en la construcción de análisis de cara a la realidad que se construye y percibe a través de nuestras pantallas y la que se encuentra fuera de ellas.

Byung-Chul Han (2014) señala que con la revolución digital las nuevas masas están constituidas por individuos aislados que se unen a un enjambre digital en el que surge el homo digitalis, quien es cualquier cosa menos nadie ya que, aunque muchas veces mantiene su identidad privada, se presenta como parte de dicho enjambre en el que se expone y solicita atención. Sin embargo, los enjambres digitales no son como las masas clásicas ya que no tienen una noción propia de un “nosotros”, por lo que se disuelven tan deprisa como han surgido. Así, a través de las redes, las personas han empezado a crear sus propios “nichos” sociales, los cuales se encargan de aglomerar a las personas de acuerdo con sus gustos, intereses y creencias en común, generando una idea ilusoria de que lo que vemos allí es la única verdad y realidad existente, o al menos válida, pero esto no es así.

En la actualidad, en virtud de todas estas condiciones se ha conformado una “sociedad indignada”, que es una sociedad del escándalo que sólo se hace presente en las olas de indignación y demuestra una escaza identificación con la comunidad. No constituye ninguna estructura del cuidado conjunto de la sociedad, y la preocupación de los llamados indignados no afecta a la sociedad puesto que, en gran medida, es una preocupación por sí mismos (Byung-Chul Han, 2014). Y aunque Han expresa que dichas olas suelen surgir a la vista de aquellos sucesos que tienen una importancia social o política muy escasa, los recientes hechos presentados en las movilizaciones sociales de Colombia y Cuba en el 2021 nos han demostrado lo contrario.

Por un lado, el 28 de abril de 2021 los colombianos salen a las calles como forma de rechazo a una reforma tributaria que se iba a realizar desde el Ministerio de Hacienda. Luego de 5 días de protestas, finalmente el presidente Iván Duque cede y decide retirar la reforma tributaria. No obstante, la gente sigue saliendo a las calles a protestar. Lo anterior debido a que si bien, dicha reforma fue el principal motivo que llevó a la gente a movilizarse, desde noviembre de 2019 venía gestándose un descontento generalizado por la gestión del gobierno en turno, sumado a los casos de abuso y violencia policial en los anteriores 5 días que conllevaron la muerte de varios civiles a lo largo del territorio nacional, así como los asesinatos de líderes sociales que no han dejado de aumentar.

Por otro lado, el domingo 11 de julio en Cuba se presentó una de las mayores protestas masivas que fueron duramente reprimidas, lo cual se ha conocido como el 11J. Dichas protestas empezaron en la ciudad de San Antonio, al suroeste de La Habana, y se extendieron por todo el país, lo que se pudo dar a conocer por medio de videos y cuentas en las redes sociales  (Lima, 2021). La razón de las mismas comenzó por el aumento de casos de Covid-19 y la ineficiencia del sistema de salud cubano, pues muchas personas señalaron que sus familiares murieron en sus casas sin recibir cuidados médicos o en los hospitales por carencias de medicamentos o colapsos como sucedió el 5 de julio en el hospital de Matanzas. Empero, aunque la crisis sanitaria fue la gota que reboso la copa, las manifestaciones fueron la muestra del hartazgo por parte de los cubanos contra el régimen en el poder, por la crisis económica y social que han hecho que la vida en la isla sea una lucha por sobrevivir cada día.

Para ambas movilizaciones fue fundamental el uso de las redes sociales, especialmente de Twitter, tanto para la convocación a participar de las mismas como para presentar distintas denuncias por abusos de parte de la fuerza pública y pedir ayuda respecto a lo que estaba sucediendo en ambas naciones. Se hizo uso de los hashtags #SOSCOLOMBIA y #SOSCUBA que rápidamente se volvieron tendencia en la plataforma, no solo en los respectivos países sino también a nivel internacional. No obstante, en ambos casos, como era de esperarse, las noticias falsas no estuvieron ausentes.

En Colombia a través de la transmisión de en vivos se hacían las respectivas denuncias de abuso policial. Sin embargo, distintos blogs personales anónimos comenzaron a usar en vivos anteriores, principalmente de las ciudades de Cali y Bogotá, para volverlos a transmitir, lo cual causó una campaña de desinformación que buscaría generar caos y zozobra en el país. (Saavedra, 2021a).

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Fuente: Foto tomada de Colombia Check  (Saavedra, 2021a).

De igual forma, en Cuba se subieron algunos videos y fotos que no correspondían a las protestas que estaban discurriendo en la isla. Uno de estos casos fue una foto que supuestamente mostraba la aglomeración del 11J en el Malecón de la Habana. Si bien, en la isla sí hubo manifestaciones multitudinarias, dicha foto divulgada en las redes en realidad es de una manifestación en Egipto del 2011 (Saavedra, 2021b).

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Fuente: Foto tomada de Colombia Check, (Saavedra, 2021b)

La presencia de la desinformación y las noticias falsas son un recurrente frente al cual se debe ser crítico y estar atento para no caer en su engaño, pero tampoco deben servir para deslegitimar toda la lucha de aquellos que sí han tenido que vivir las consecuencias por pedir la garantía y salvaguarda de sus derechos, como muchos “prosumidores” empezaron a hacer. En los dos casos, aunque muchos videos o noticias no correspondían a las fechas o lugares que decían ser, no se puede negar que hubo una violación de derechos humanos y una manifestación del hartazgo generalizado de las poblaciones que lleva gestándose desde hace mucho tiempo y no podía seguir reprimiéndose más.

Es interesante ver en este enjambre digital cómo los que en un país están a favor de las protestas del pueblo y en contra de su gobierno son los mismos que en el otro país sí apoyan al gobierno en cuestión y recriminan a quienes salen a protestar. Lastimosamente, esta forma de actuar termina comprobando la premisa sobre la sociedad de la indignación acerca de que la preocupación de dichos individuos no es por las personas y sus luchas, sino que es usada como una oportunidad para validar, reforzar e imponer sus creencias y posturas, aunque bajo esta lógica sean totalmente incoherentes. La vida que llevamos en enjambre digital nos ha hecho perder la solidaridad y ha creado una creciente tendencia al egoísmo, donde las personas que analizan y viven todo a través de sus pantallas y detrás de sus escritorios sólo instrumentalizan la vida e historia de aquellos que viven distintas problemáticas sociales para su propio beneficio.

Acorde a sus intereses, unos querrán tener mayor relevancia dentro de este enjambre y así poder aumentar el número de sus seguidores. Otros sumarán un escrito más a la colección de sus producciones para corroborar sus tesis sobre las movilizaciones sociales, la política contenciosa, quiebres en dictaduras o democracias, y otros sin fin de temas, dejando de lado toda razón social y humana por la cual debería abogarse.

Los cubanos siguen esperando la libertad de sus familiares y/o amigos para que puedan regresar a casa y no sean sentenciados injustamente. El pasado 4 de enero de 2022, Prisioners Defenders (2022) publicó un reporte con la lista de presos políticos en cuba verificada en diciembre, donde se registraron 955 prisioneros políticos en Cuba durante el 2021, de los cuales 842 permanecen en prisión. De estos 842 casos 700 fueron encarcelados por causa del 11J y 15N, donde el 50% de ellos, incluidos 13 menores, han sido acusados de sedición; 387 prisioneros han sido sentenciados, 137 de ellos con sentencias de más de 10 años.

Asimismo, en Colombia hay madres y padres que perdieron a sus hijos, no podrán abrazarlos de nuevo y aún no han podido tener justicia por ello. Las personas que deberían estar protegidas debido a las amenazas que reciben, bien sea por haber denunciado o por haber prestado ayuda, siguen sin recibir respuesta por parte del Estado y deben buscar formas para protegerse ellos mismos, lo que ha conllevado que muchos hayan tenido que salir del país.

Al haber pasado la ola de indignación y oportunidad de tener visibilidad, dejan de importar la vida de las personas que están fuera de las pantallas. Ya se hizo uso de sus causas por lo que el devenir de las mismas no es más de la incumbencia de los individuos del enjambre y la sociedad de indignación. Tiempo después de las primeras movilizaciones, pese a las consecuencias que aún tienen que afrontar quienes sí las vivieron en carne propia, ¿cómo están quienes se limitan a no ver más allá de la pantalla? Pues ellos están bien. Siguen aprovechándose de cada situación para seguir alimentando su ego y su existencia en el enjambre de mil y ninguna persona. Y que mal estamos al vivir así.

Referencias

Byung-Chul Han. (2014). En el enjambre. Herder.

Lima, L. (2021, julio 12). 3 claves para entender las protestas en Cuba, las más grandes en décadas. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57799956

Prisioners Defenders. (2022). List of political prisioners in Cuba verified in december. https://www.prisonersdefenders.org/wp-content/uploads/2022/01/EN-955-political-prisoners-in-Cuba-during-2021.pdf

Saavedra, A. M. (2021a, mayo 17). Así funcionan los falsos en vivo de hechos violentos en el marco del Paro Nacional. ColombiaCheck. https://colombiacheck.com/chequeos/asi-funcionan-los-falsos-en-vivo-de-hechos-violentos-en-el-marco-del-paro-nacional

Saavedra, A. M. (2021b, julio 12). No, esta foto no es de las protestas de Cuba. ColombiaCheck. https://colombiacheck.com/chequeos/no-esta-foto-no-es-de-las-protestas-de-cuba

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