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FORO CUBANO Vol 6, No. 54 – TEMA: ELECCIONES EN CUBA

¡Los diputados no representan a nadie!
Entrevista a persona protegida

Vistas

Por: Valentina Bohórquez Polo y Valentina Duarte Salazar

Marzo 2023

Esta entrevista recoge las experiencias de quien vive las elecciones desde dentro de Cuba, sus expectativas, visiones, opiniones y sensaciones. Adentrarnos a ella supone un acercamiento con la realidad que se esconde detrás de las elecciones mostradas a nivel internacional por el gobierno. Y es una oportunidad más para recordar que el sufragio no garantiza la democracia.

La entrevista fue dirigida a un periodista independiente que reside dentro de Cuba. Su nombre es protegido por motivos de seguridad.

¿Considera que las elecciones en Cuba pueden de alguna forma servir como un proceso de retroalimentación para el régimen cubano frente a la realidad que vive el país?

Por supuesto que no, aquí las elecciones no sirven. Las elecciones aquí son un party pint, que desde mi punto de vista no sirven para nada. Aquí en Cuba se ha creado una especie de espiral del silencio en la que nadie habla para no marcarse, nadie habla para que no lo miren mal, nadie habla y a partir de este silencio en cadena que ha generado evidentemente el régimen con su actuar durante 64 años. Ha generado esta especie de silencio en cadena en el cual las personas temen y el diputado sí, va a tu casa, sabe que se te está cayendo, pero es incapaz de plantearlo en ninguna reunión.

Y dan la sensación de que todo está bien, de que todo el mundo es revolucionario, de que todo el mundo confía, de que la gente está a gusto haciendo colas, de que vamos a resistir. El régimen cubano no tiene la intención de reconocer los problemas que hay, que hasta un ciego podría verlo, ellos no tienen la intención de reconocer estos problemas sin triunfalismos y sin verlo convertir al revés en victoria como dicen aquí, como dicen ellos mismos. Entonces, no sirve de retroalimentación para nada, sirve para validar a ojos de la comunidad internacional, para validar el régimen, para sostenerlo ahí en este limbo en el que está.

Pero bueno siguen estando en el poder, aunque sea un día más y ese día más a ellos les basta, eso es para lo que sirve, para cimentar para el público internacional que se lo pueda creer o no, depende del tipo de noticias que consuma y sus mediaciones para validar la dictadura, no sirve para más nada.

En un país donde no existe la libertad académica, la libertad de prensa, y la libertad de compartir información respecto a los candidatos y candidatas que se lanzaran a la contienda electoral, ¿Qué expectativas tienes respecto a las elecciones del domingo 26 de marzo?

Yo no tengo sinceramente ninguna expectativa. Mi expectativa es quedarme en casa, trabajando, leyéndome un libro, tomándome un café, haciendo cualquier cosa menos acudir a un colegio electoral. ¿Por qué? Porque ya sabemos lo que va a pasar.  Ha habido una fuertísima persecución de los observadores independientes, de los diputados independientes, y el régimen cubano ha intentado quitarse de en medio a todas las personas que puedan reportar de una manera transparente lo que pasa en las elecciones.  Y hemos tenido miles, infinidades de casos de boletas en blanco que se rellenan en el colegio electoral porque tienen que tener un límite de un grupo de personas que fueron a votar y se marcan nombres aleatoriamente de gente que nunca acudió a votar.  Como en muchos colegios electorales, es normal que se vote con un lápiz, no con un bolígrafo, el voto se cambia. No tenemos manera de ver, de constatar qué pasa realmente al interior de un colegio electoral porque las personas que se encargan de llevar el colegio electoral están estrictamente probadas, al menos a nivel de base, de que no van a compartir la información con observadores nacionales ni internacionales, ni con observadores independientes en general. 

Entonces las expectativas son que a las ocho de la noche o a las nueve de la noche (no sé a qué hora den los resultados), se den los resultados, se digan los nombres de las mismas personas que ya estaban en la lista, que ya estaban designadas para ocupar el cargo y que se llevaron ahí a hacer la fachada, se digan los nombres de esas mismas personas. Y se anuncia con “bombos y platillos” el éxito de la campaña electoral y el triunfalismo este que estamos bastante acostumbrados… que digan que todo fue muy bueno, que toda Cuba acudió unida a las urnas. Cuando la realidad es que no, eso no es para nada lo que está pasando.

¿Consideras que quienes van a ser electos este 26 de marzo te representan?

Para nada. Hay gente que...  representarme para nada. Los diputados...  Hay muchísima gente, me atrevería a decir que por lo menos un 70% de la población cubana no sabe quiénes son sus diputados. Se supone, en teoría, un diputado es alguien que ha sido electo a nivel de base, sale de la localidad. Por ejemplo, el diputado de Santiago de Cuba, tiene que ser de Santiago de Cuba, tiene que residir en Santiago de Cuba, tiene que tener méritos ante la comunidad santiaguera.  No puede haber un diputado, no puede haber alguien que salga como diputado de Santiago de Cuba y que viva en La Habana, por ejemplo. Y eso se hace. Los diputados salen, uno no sabe de dónde salen, uno no sabe qué méritos tienen, uno no sabe cuáles son sus mediaciones. Y desgraciadamente, cuando las personas no han vivido lo mismo que los demás, les cuesta empatizar.

El trabajo de estos diputados, para mí no sirve de nada, no me representan en nada, simplemente son personas que van a acudir a reuniones en Bucle. Que no aportan nada, que no dan nada, que no llaman la atención sobre nada, que no consiguen resolver ningún problema, y que de vez en cuando salen de su oficina, se dan un paseíto corto en su carro, evidentemente, posan para la cámara inaugurando alguna cosa con un impacto mínimo, alguna instalación con un impacto mínimo en una comunidad perdida, y posando de buenas chonas irresponsables. 

¡Basta!  Los diputados no nos representan a nadie, te puedo hacer incluso la anécdota de la diputada de mi circunscripción, que lo que hizo fue apropiarse de un apartamento muy bueno, en una zona muy buena, venderlo, comprarse una casa a ella en otro lugar, y se desapareció, más nunca la vimos, más nunca supimos de ella, se compró carros y lo puso a botear, etc., etc., etc. Se me abrazó todo ese dinero, cuando había gente que estaba viviendo en casas, que no les cayeron encima de milagro.  Eso fue lo que hizo mi diputada, robarse apartamentos aquí, con la venia de la Dirección Municipal de Vivienda, robarse apartamentos, venderlos y hacerse de ella de un patrimonio. Pero por lo demás, no son útiles.

En Colombia vivimos con mucha expectativa y nervios los días de elecciones por los resultados que se tendrán ¿tú cómo vives el día de las elecciones en Cuba?  

Una cosa que sí me genera expectativas es conocer el nivel de abstenciones. Es muy alto, va en ascenso, me hace sentir orgullosa porque la única manera que tenemos de visualizar que estamos en desacuerdos es con la abstención, porque cualquier otra cosa sería impensable porque no hay diputados independientes, todos los diputados han sido estrictamente chequeados por la seguridad del Estado, etc. Entonces el nivel de abstención sí me llama muchísimo la atención, eso sí es una expectativa muy grande que tengo.  Espero que sea mayor que el que tuvimos en el referéndum de la familia, que mostró que no hay apoyo popular, que el apoyo popular va en picada. Espero que esto lo demuestre con creces.

¿Qué te gustaría cambiar del sistema de elecciones en Cuba?

Cambiar de sistema electoral cubano todo, todo, si es una consecución, como una fila, sabes, de personas predestinadas que llegan a hacer burocracia, personas de mente cerrada, que llegan con un pensamiento estrictamente burocrático y que no resuelven ni uno solo de los problemas que tenemos aquí a ningún nivel. Es como una pantomima. Esto es un país de militares, ya sabemos quiénes son los dueños, pero hay que tener a esta gente aquí haciendo el paripé cívico, cívico también entrecomillado porque ellos no representan a la sociedad civil, pero bueno, tenemos que tener a esta gente aquí haciendo un paripé cívico, estrictamente político, que responda a nuestros intereses, pero es que sabemos quiénes son los dueños y sabemos que el diputado más comprometido no va a ayudar  en nada, no va a garantizar nada porque no puede, no tiene poder de decisión ninguna, la asamblea no tiene poder de decisión ninguna, entonces, este país hay que cambiarlo completo.

Una cosa dentro de otra, el sistema electoral cubano hay que cambiarlo completo, nosotros necesitamos el derecho al sufragio universal que nos lo han quitado durante 64 años, nos lo han quitado, nosotros necesitamos elegir de manera lineal a los presidentes, en 64 años después, antes nos enseñaron que la lucha de clases, que bueno, intentaron, yo no lo aprendí, evidentemente, llevan diciéndonos que la lucha de clases  y no sé qué y no sé cuánto, por ende, en Cuba no puede haber campaña electoral. Pero es que estamos viendo que ya están utilizando todo tipo de recursos para validar su posición en el poder del país, por ende, se toman la atribución de sacar a los niños de la escuela sin que las madres lo sepan, se toman los espacios académicos, los espacios culturales, todo tributa a una campaña más grande, que es una cortina de humo enorme, que sigue protegiendo a los dueños de la isla, porque Cuba tiene dueños, y eso todos lo sabemos. Entonces, cambiar el sistema electoral cubano, totalmente, hay que cambiarlo, no hay que desecharlo, y asumir un sistema electoral que nos permita elegir a los cubanos directamente cuál es nuestro destino, qué es lo que queremos hacer, pero para eso Cuba tendría que salir de manos de los militares y eso es otro asunto bastante complicado.

 

¿Qué semejanzas percibes entre el sistema electoral venezolano y el proceso electoral cubano?

Bueno, semejanzas entre el sistema electoral cubano y el venezolano. Creo que en este punto hay que partir de que Cuba logró exportar su modelo político, social y, pudiéramos decir, económico a Venezuela en todos los sentidos posibles. Entonces, el sistema electoral en Venezuela es idéntico al de aquí. No hay una elección directa. Los ciudadanos solo tenemos acceso a elegir a candidatos y esos candidatos, en una votación a sala cerrada, uno generalmente no sabe lo que pasa, son los que eligen al presidente. No sé, es todo súper manipulado porque ahí pueden subir mil interrogantes como, bueno, como yo sé que se votó por esa persona… ¿cómo sé que la persona es la más apta?

Generalmente los candidatos que nosotros elegimos son personas que no conocemos de nada. Son personas que ya tienen un alto cargo en el gobierno, que ya han probado su fidelidad a la revolución cubana. Entonces sí de esta manera se elige, básicamente idéntico al de Venezuela. No hay transparencia ninguna. Los ciudadanos realmente no tenemos el poder de elegir quién va a ser nuestro presidente y generalmente no confiamos en los diputados, que es el motivo por el que mucha gente hoy no vota.

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