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FORO CUBANO Vol 3, No. 26 – TEMA: EN DEFENSA POR LA DEMOCRACIA –

Generación del Bicentenario en defensa de la democracia

Por: Sandra Ximena Niño de Guzmán

Noviembre 2020

Vistas

Somos la fuerza que nadie puede parar
Aquella que unida
Renovará el mundo

-Yardigans

-Eslóganes y cacerolas
Hace menos de un mes, Perú vivió una de sus mayores crisis políticas, la cual sacudió cada rincón del país. El puñetazo de un ciudadano a un congresista, tres presidentes en menos de una semana, cacerolas sacudiéndose en avenidas enteras y la larga fila de comentarios despectivos hacia el Congreso del típico ciudadano denominado hasta entonces “apolítico”. El Perú mostraba una faceta hasta ahora escondida bajo el tapete. Sin embargo, el lunes siguiente, cuando juramentó el ahora presidente, Francisco Sagasti, se pudo dar el suspiro de alivio y continuar con las actividades antes realizadas. Había estabilidad y certidumbre, cualidades que se habían perdido en esa semana y que con una lágrima en el rostro tras el discurso presidencial de Sagasti se anhelaban. 

 

 


Protestas en Perú. Créditos a quién pertenezca.


-Derechos y libertades en papel
No obstante, el precio fue elevadísimo. La libertad de expresión, el derecho a la vida, a la seguridad personal fueron sustraídos de cada ciudadano/a que manifestaba disenso ante el nuevo orden. Estos derechos y libertades amparados en la Constitución fueron ultrajados por el orden institucional-policial. La democracia pluralista donde reina la tolerancia y el respeto a los derechos fundamentales no se reflejó, pero los perdigones y bombas sí que lo hicieron. Es necesario decirlo con nombre y apellido, pero lamentablemente, no se tiene el nombre y apellido de los responsables de semejante ultrajo. En las venas de la ciudadanía corroe la tristeza y sed de justicia cuando escuchamos los nombres de los mártires de la democracia: Bryan Pintado e Inti Sotelo. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mural en memoria de muertos en protestas. Créditos a quién pertenezca.

-Perú anti-institucional I
Allá en 2007, el mandatario entonces, Alan García Pérez, expresaba el discurso del perro del hortelano ante la ciudadanía peruana. El típico “no trabaja ni permite la inversión” no se volvió sino mantra de muchas organizaciones civiles, grandes grupos empresariales y personajes políticos. Entonces, la dejadez del lado institucional como decía el politólogo Alberto Vergara derivaba en descalabro político. Los gobiernos sub nacionales, partidos políticos, reformas ministeriales no tuvieron el eco esperado, así como lo tuvo la economía peruana respecto a las cifras macroeconómicas. Según el Instituto Peruano de Economía y el Instituto Nacional de Estadística e Información, el índice de pobreza extrema de 2004 a 2011 se redujo en 9%, el PIB se incrementó de 2011 a 2012 en 6,3%; y los grandes empresarios hacían fila para invertir miles de millones, en dólares. Sin embargo, la desigualdad es exponencial. En tan solo el distrito de Asia de la provincia de Cañete se puede la puede ver reflejada.

 

De hecho, existe un muro que divide por el lado derecho a la zona residencial con lujosas casas de playa y vista al mar, mientras que, por el lado izquierdo, se cargan baldes de agua para poder llegar a los hogares. Y así en el resto de Lima y del Perú en general. El Estado no está presente en estas situaciones, que constituyen ser la mayoría. No hay confianza en los representantes políticos y se mira con reniego a las entidades administrativas que suponen brindar un servicio de calidad al ciudadano/a. Entonces, la informalidad, inseguridad ciudadana, insuficiencia de servicios básicos, violencia contra la mujer, carencia de partidos políticos, corrupción monumental, se perpetuaron en Perú día a día. Esa es estabilidad política bajo la que los peruanos y peruanas nos regimos. La prosperidad económica de los años de Alan se quedó en ese plano: económico y eso que chorreó solo para unos cuantos. 

-Perú anti-institucional II
De esta manera, se desencadenó con gran facilidad intentos de vacancias políticas como la de Pedro Pablo Kuczynski (en adelante PPK), la primera moción para destituir a Martin Vizcarra en setiembre de este año, renuncias presidenciales como la de PPK y Mercedes Aráoz, si es que esta última cuenta, disolución del congreso en septiembre del año pasado, la vacancia presidencial de Vizcarra hace menos de un mes y el hashtag de #MerinoNoMeRepresenta visualizado 10,5 millones en TikTok. Así, la politóloga Paula Muñoz dice que ante estas individualidades de intereses que cuentan con escaños en el Congreso, surge un factor exterior, como lo es el caso Lava Jato, que azuza el conflicto entre ejecutivo y legislativo arrastrado desde los fines del gobierno de Ollanta Humala, electo en 2011. Estas denuncias denotan para los adversarios en armas políticas dadas también las figuras constitucionales no bien precisadas como la “incapacidad moral permanente”. El descaro de los intereses individuales tras la vacancia fue el que levantó a la ciudadanía en cada plaza central para protestar en contra del detenimiento que se pretendía dar por parte del gobierno ilegítimo de Merino, de las asignaciones a los ministros de gobierno, etc. El malestar general de los ciudadanos y ciudadanas detonó con la violencia policial hacia los y las manifestantes que reclamaban en total pacificación que terminó dejando graves heridos y muertos y, ante todo, por la impunidad que se tuvo ante estos malos elementos. Así pues, las calles de Perú rugieron ante la violencia y la arbitrariedad. 

-El discurso de Sagasti
El lunes, Perú amaneció sin presidente. De hecho, el domingo anterior se había propuesto una lista única para la mesa directiva del Congreso, pero no fue aceptada. No obstante, el martes, Francisco Sagasti, el actual presidente, hacía juramentar a su equipo de gobierno por la patria y la cruz, aunque solamente para aquellos ministros/as creyentes. Convocó a un gabinete conformado por 10 varones y 9 mujeres presidido por una mujer. Un acercamiento a la laicidad y paridad. Y es necesario resaltar estos aspectos porque son muestra de institucionalidad, de cumplimiento con las reformas planteadas hacia una consolidación de la democracia caracterizada históricamente en Perú por ser volátil y ausente. Asimismo, como todo gobierno de transición, Sagasti es el encargado de darle estabilidad al escenario político y de ajustar cuentas con aquellos que perpetuaron la violación al sistema democrático. El jalón de orejas, como lo puedo llamar, que recibieron los policías fue justo, pedagógico y esperanzador.


Justo porque los servidores civiles supervisarán la compras realizadas hasta entonces por los policías bases de la modernización policial con un cuerpo conformado por civiles y policías, retiro de 15 generales de la policía, lo cual según el periodista Marco Sifuentes, constituye un cambio radical para las costumbres y la mentalidad policial; pedagógico porque refleja la intolerancia hacia la impunidad de la violencia al sancionar con un ejemplar castigo a una autoridad que vulnera los derechos de quienes se supone debería velar; y esperanzador ya que la confianza de la ciudadanía hacia el cuerpo policial es necesaria en una democracia, lo que se logrará previa sanción e indemnización hacía con las familias de Inti, Bryan, los heridos y secuestrados en esa semana trágica. Como lo recordaba el congresista Daniel Olivares: los policías pasaron de ser aplaudidos en las calles por contribuir a la lucha contra el covid-19 en el estado de emergencia, a ser protagonistas de los carteles que cargábamos: #NoALaViolenciaPolicial. Es así que las reformas policiales planteadas, la Ley de Protección Policial y las reformas tanto institucionales como constitucionales deben ser los temas con mayor repercusión en los partidos políticos que serán electos próximamente en abril del 2021, el año del Bicentenario. Se logró sacar al presidente ilegítimo y a su cúpula. Es deber de la ciudadanía no bajar la guardia. En el mejor de los casos, en 2021, estaremos creyendo de verdad lo que dice la primera línea del coro del himno nacional del Perú: “Somos libres, seámoslo siempre”.

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