
FORO CUBANO Vol 7, No. 70 – TEMA: Monografías sobre la Cuba contemporánea: crísis, turismo, y migración
Entrevista a Manuel Alcántara Sáez: "Nuevas tecnologías, autocracias, y legitimidad en América Latina
Por: Ángela Mariottiz y Demian Danielle García
Diciembre y enero de 2025
Manuel Alcántara Sáez, destacado politólogo y sociólogo, es reconocido por su amplia trayectoria académica en el estudio de América Latina. Formado en la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo su doctorado en 1984, se ha especializado en temas como partidos políticos, élites parlamentarias y profesionalización de la política. Fue catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad de Salamanca, donde fundó la revista América Latina Hoy e impulsó el Instituto de Iberoamérica. Ha recibido numerosos reconocimientos, incluidos doctorados honoris causa en Argentina y Paraguay, y la Medalla de la Orden de Bernardo O'Higgins, otorgada por Chile. Además, ocupó cargos destacados como secretario general de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad de Salamanca. En 2022, fue galardonado con el Premio Gláucio Soares por su trayectoria académica. Ha publicado obras como Huellas de la democracia fatigada y El oficio del político, además de colaborar con prestigiosas revistas en Europa y América Latina. Su legado académico destaca por analizar las dinámicas políticas de América Latina y su influencia en el ámbito de la ciencia política internacional.
En el marco del VIII Congreso de la Asociación Colombiana de Ciencia Política, realizado en la ciudad de Popayán, Alcántara fue entrevistado por Ángela Mariottiz, coordinadora del semillero de Investigación Programa Cuba, y Demian Danielle García, estudiante y activista por los Derechos Humanos. Durante la conversación, abordó temas relacionados con la autocratización en América Latina, el uso de la inteligencia artificial en regímenes autoritarios y los desafíos actuales para la región.
Demian Danielle García (D.D.G.): En su ponencia mencionaba que las personas en la actualidad valoran menos las instituciones democráticas y que, además, había algunas dinámicas que amenazaban a la democracia, ¿cree que gracias a esto existe en América Latina una suerte de autocracia, una ola de autocriticatización, a propósito del surgimiento de personajes como Nayib Bukele o Javier Milei?
Manuel Alcántara Sáez (M.A.S.): Sí, hay un proceso de deterioro. Por los casos que usted me ha citado, evidentemente es muy claro en el caso de Bukele porque ha eliminado instituciones de control como puede ser el Congreso o la judicatura, y también el propio organismo electoral lo controla. No tanto en el caso de Argentina. Ahí es cierto que hay un deterioro y este deterioro es perceptible por los indicadores que tenemos de opinión pública y también por la actuación de esta serie de personajes a los que ha citado.
Hay que añadir el caso actualmente que vive Perú con la presidenta Dina Boluarte que también es bastante preocupante. Y obviamente sumar Nicaragua y Venezuela. Las razones como siempre son complejas pero los distintos colegas que trabajan estos temas indican que hay varias. Una de ellas, que sobre todo a mí me gusta enfatizar mucho, son los cambios que se han producido en la sociedad; es decir, estamos en una sociedad muy distinta como consecuencia de la revolución digital exponencial que se ha vivido en los últimos quince años y que demandan otras cosas a la política y otras formas de actitudes en la política. Mientras que la política no ha evolucionado, ésta sería una primera cuestión.
Segundo, hay una cuestión que sigue sin resolverse y que sigue estando ahí: la violencia, el tema de la inseguridad, de la debilidad de los Estados, cada vez más en manos del crimen organizado, etc. Entonces yo creo que también es un elemento que es negativo. A ello hay que sumar también temas como la inestabilidad que genera la falta de lograr que las expectativas de la gente se vean alcanzadas, o sea esta idea de que muchos piensan que van a vivir peor que sus padres. Los padres también piensan que sus hijos van a vivir peor que ellos mismos. Esta crisis de expectativas me parece que es muy importante, y esto lo vemos reflejado en que se siguen manteniendo patrones de desigualdad muy preocupantes y que la corrupción sigue ahí presente.
Ángela Mariottiz (A.A.): Desde su conferencia, hay un caso que parece hacer falta dentro del análisis. Nos referimos en la anterior pregunta a Nicaragua y Venezuela, pero aún quisiéramos conocer su postura sobre la situación en Cuba, que ha estado marcada por décadas de un régimen dictatorial, siendo un ejemplo de cómo estos sistemas se adaptan a las transformaciones tecnológicas, incluyendo el uso de la inteligencia artificial como herramienta de control. Reforzando la vigilancia estatal, aumentando la represión a través de la censura y el monitoreo de la disidencia, consolidadndo estrategias de manipulación informativa, y en últimas evidenciando la capacidad del régimen para modernizar sus mecanismos de dominación. ¿Cómo se interpreta esto en el contexto regional, teniendo en cuenta que América Latina enfrenta una tendencia preocupante hacia el fortalecimiento de regímenes autoritarios que aprovechan avances tecnológicos para consolidarse?
(M.A.S.): Cuba vive una situación de desesperanza total, para mí es un milagro. Sólo lo entiendo, que pueda mantenerse por el hecho de ser una isla y por décadas de adoctrinamiento y de configurar una clase que vive razonablemente bien en medio de una sociedad que vive razonablemente mal. Entonces es muy difícil pensar que puede haber cambios en el corto plazo, pero igual nosotros nos llevamos una sorpresa y hay una movilización general de la población cubana en contra de este régimen para cambiar. No lo sé, la verdad es que Cuba siempre me ha producido un desazón por un lado y y también una suerte de desconocimiento.
(D.D.G.): En cuanto a las nuevas dinámicas de la tecnología y su reciente uso para reprimir aún más a las poblaciones disidentes, ¿cree usted que el auge que se le ha dado a la tecnología en la actualidad podría darle más fuerza a las autocracias o legitimarlas?
(M.A.S.): Sí, es posible que sí, porque la gente cada vez está, por un lado, más aislada y, por otra parte, más adoctrinada. Es decir, creo que estamos en una etapa de analfabetismo digital en el que pensando que sabemos mucho de lo digital, nos hemos idiotizado y somos como tales, nos comportamos como tales, y nos comportamos, por consiguiente, de manera muy poco responsable. Yo creo que no es definitivo, que llegará un momento en el que habrá una especie de desarrollo intelectual o de madurez con respecto a este mundo y podamos empezar a utilizar estas tecnologías de manera mucho más proactiva y mucho más positiva para nuestros intereses y no para los intereses de quienes nos las introducen.
(A.A.): ¿Qué tiene que hacer la Ciencia Política, no sólo en Colombia, sino a nivel general en la región y nosotros los politólogos, para hacer frente a los nuevos retos de la democracia, teniendo en cuenta, por ejemplo, las nuevas tecnologías?
(M.A.S.): Pues abordarlos. Lo primero es darse cuenta de lo que estamos viviendo, y en segundo lugar hablar con los que saben, con los técnicos, es decir, hablar con la gente de ingeniería de sistemas, con la gente que trabaja tecnología, etc. Porque por el hecho de que nosotros seamos politólogos y utilicemos el computador o lo que sea no nos hace expertos; entonces para eso tenemos que hablar con gente que trabaja la comunicación en términos técnicos.
(A.A.): ¿Qué opina de que hoy en día las democracias como Colombia y la mayoría de países de América Latina no generen tanta inversión hacia las nuevas tecnologías como si lo hacen por ejemplo Venezuela, Nicaragua o Cuba, que de hecho se articulan y cooperan en torno a esto?
(M.A.S.): Muy mal, muy mal. Es que por eso digo que nosotros tomamos de las nuevas tecnologías lo peor. Por ejemplo, yo condeno, y así lo digo, condeno que el presidente Petro se dirija a la gente a través de redes sociales. Eso me parece un empobrecimiento tan brutal. O sea el político es un servidor público que debe predicar con el ejemplo y se debe comunicar con la población a través de mecanismos formalizados e institucionalizados y no a través del abrupto que supone un Twitter, desacreditar a alguien. O sea eso en una persona inteligente, como creo que es el presidente de Petro, me parece decepcionante.
(D.D.G.): Muchas Gracias