Por: Food Monitor Program

Mayo 2023

Introducción

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Desde 1959, la administración y control del Estado sobre la economía, así como dos períodos de desabastecimiento severos, han modificado rituales, percepciones, ejercicios y aspiraciones alrededor de la comida con fuerte énfasis en el discurso ideológico. Los discernimientos que comúnmente regulan la libre elección en la alimentación se han diluido en los imperativos políticos del mensaje oficial: “resistencia” y “creatividad” en tiempos de crisis, “igualitarismo” y “racionamiento” en el suministro de alimentos, “periodo especial” o “coyuntura” en el desabastecimiento.

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Este discurso, sin embargo, no ha asegurado la necesidad más elemental de conseguir comida. Es hoy, más que un elemento de deleite, uno de estrés, incertidumbre e impotencia. Esto puede constatarse en los rituales diarios para localizar, comprar, trocar o revender productos básicos; en la jerarquía familiar a la hora de conseguir, elaborar y distribuir la comida; en las posturas vulnerables que perpetúan los cubanos con la pretensión de no perder los derechos alimentarios que aún les quedan.

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Desde una perspectiva Estado-centrista, la alimentación en Cuba está instalada en una estructura de exclusión, marginación y dominación disimulada en varios mitos fundadores de la cosmovisión revolucionaria. Al mismo tiempo que en la Isla se habla de sostenibilidad y soberanía alimentaria, se importa 70% de los alimentos que se consumen. Mientras se celebra el proceso de Ordenamiento y se insiste en una economía de distribución controlada, que orquesta ferias de alimentos en onomásticos de los comandantes de la revolución, en efemérides políticas o en tiempos de elecciones; que hace reaparecer un producto básico como la leche o el pan, antes perdido, frente a conatos de hastío ciudadano. 

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Las gratuidades ya no son una moneda de cambio, existe un fraccionamiento social que se extiende cada día y en paralelo, una mayor percepción social de que no existe voluntad gubernamental para buscar soluciones reales. La comida es, por tanto, política, social, económica y culturalmente, el tema primero de la vida del cubano.

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El presente dossier pone en perspectiva varios de los temas más actuales presentes en la isla en clave de comida e ideología. Los textos que se compilan parten de columnas de opinión y avances de investigación de Food Monitor Program, un proyecto dedicado al monitoreo de la seguridad alimentaria en Cuba. En esta edición se abordan tópicos como la entrega de alimentos en forma de estímulo y chantaje; los incentivos laborales en forma de alimentos y las formas de exclusión social en ellos; el desinterés gubernamental y la violencia burocrática; la asignación de alimentos como forma de contención social; la corrupción generalizada en la entrega de productos subsidiados entre otros temas que les invitamos a consultar en nuestra sección de columnas: https://www.foodmonitorprogram.org/columnas