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FORO CUBANO Vol 4, No. 35 – TEMA: REFLEXIONES DE LA GUERRA FRÍA–

Guerra Fría, una batalla ideológica a través de la prensa

Por: Catalina Caviedes
Agosto 2021

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El impacto de la Guerra Fría trascendió la esfera militar y política, inmiscuyéndose así en aspectos múltiples de la vida de los individuos. Este artículo presenta un abordaje acerca del papel de la prensa y su batalla ideológica en América Latina, la cual se centró en la propaganda anticomunista.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la hegemonía y el orden mundial dieron un cambio, las dos grandes potencias en ese momento: Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) empezaron a tener un enfrentamiento indirecto basado en ideología y geopolítica. Esta “Lucha”, fue la que dio partida y definió la historia de la segunda mitad del siglo XX, determinando así cuales eran las tendencias económicas, tecnológicas, científicas y militares, así como, la política internacional y las alianzas que cada uno realizaba. 

Si bien la Guerra Fría fue un momento complejo, este está lleno de diferentes matices, en tanto trascendió todos los límites, es decir, no se enfocó solamente en ámbitos militares, sino que se extendió prácticamente a todos los aspectos de la vida, sean estos económicos, ideológicos o culturales. Si bien en un principio Europa fue su centro geográfico, con el tiempo la Guerra Fría se extendió en todo el mundo y ningún país pudo evitar estar en la disputa entre capitalismo vs socialismo. Mientras la situación internacional “parecía” haberse congelado, el contraste estaba al interior de terceros países.

Aunque el orden internacional estaba dominado por la competencia geopolítica entre superpotencias, otros factores determinaron el impacto de la Guerra Fría en los países aliados. Además de su carácter estratégico, sus características ideológicas también estaban relacionadas con las formas de conflicto social que se daban dentro de cada país; fue como un caleidoscopio de conflictos políticos y sociales que ocurrieron dentro de cada uno de estos y solía utilizarse como velo para las disputas locales, ocasionado una distorsión en la percepción de los hechos, la cual provocó exageraciones y magnificó la influencia de los opositores.

 

Durante estos eventos, los medios se convirtieron en un actor fundamental. En esta época la prensa fue quien predominó, y estuvo encargada de informar sobre esta disputa de carácter internacional. Normalmente durante las guerras, el objetivo es desarmar y derrotar al enemigo de manera física, en el caso de la Guerra Fría, se juega con otros factores como lo son los económicos, diplomáticos, propagandísticos, psicológicos entre otros.

 

De acuerdo con el National Security Council, propaganda es “todo esfuerzo o movimiento organizado para distribuir información o una doctrina particular mediante noticias, opiniones o llamamientos pensados para influir en el pensamiento y en las acciones de determinado grupo” (Stonor, 2001). Es por ello que durante Guerra Fría cada una de las potencias se enfocó en la propaganda como campo de batalla, buscando de esta manera influir en la percepción de la sociedad, llagando al punto de crear monstruos para atemorizar y héroes que combatieran esos monstruos manipulando de esta manera la mente de los lectores.

 

Según Thomas Doherty (2003), desde comienzo de la Guerra Fría, los medios de comunicación tomaron posturas y se alinearon de acuerdo con cada uno de sus gobiernos, de esta forma todos los contenidos que se fueron generando durante este periodo tenían contenido informativo politizado con el fin de defender el establishment.

 

Que los medios de comunicación aceptaran la influencia gubernamental fue esencial en el esfuerzo de ganar el apoyo público para las acciones del Estado. […] Mientras en Occidente los medios de comunicación privados eran obligados a defender los intereses económicos y militares de Occidente, los medios de comunicación controlados por el Estado soviético se abocaban a defender los intereses de éste. Los medios de comunicación triunfaron en su afán de encauzar el apoyo público hacia las acciones de su gobierno contra el enemigo extranjero. Los gobiernos occidentales aliados y la Unión Soviética nunca habrían conseguido ni conservado el apoyo público ni el jingoísmo necesarios para un conflicto de larga duración sin la contribución de los medios de comunicación. (Doherty, 2003)

 

Si bien, en los primeros años de la Guerra Fría y a finales de la década de 1950, América Latina no alcanzó relevancia mundial debido al conflicto bipolar, en los primeros años de la década del 60 con el boom anticomunista en la región, la victoria de la revolución cubana, la posterior transición al socialismo y la crisis de los misiles, América Latina se sumió en dicha guerra, asimismo, en octubre de 1962, la disputa soviético-estadounidense casi llegó al punto de la confrontación nuclear.

El triunfo de la Revolución en Cuba hizo que el panorama en América Latina cambiara, pues dicho país se convirtió en un “enemigo rojo”, engrandeciendo el poder del adversario principal de Estados Unidos, en este momento se considera que la isla es un “caballo de Troya” en la región cuya función era difundir el comunismo y el imperialismo soviético.

A partir de este hecho la prensa se convierte en una forma de mitigar daños, es decir, empiezan a crear e impulsar una prensa anticomunista a lo largo de toda Latinoamérica, con el fin de disminuir la influencia de los soviéticos y a su vez crear temor sobre ese gran “monstruo” denominado comunismo. De esta manera los medios de comunicación se volvieron un arma para la defensa del primer “modo de vida”, que exaltaba los valores ideológicos que por sí mismos significan una barrera contra el régimen enemigo, es decir, la democracia, la libertad económica del capitalismo y el compromiso de colaborar en la denuncia de comunistas.

Sin embargo y a pesar de todos los intentos de mitigar el impacto del triunfo de la Revolución Cubana, la isla se convirtió en “un punto de referencia obligado de las ‘vanguardias revolucionarias’, no solamente como modelo para seguir, sino también como centro de entrenamiento de cuadros guerrilleros. América Latina se convirtió entonces en el campo para enfrentar una subversión considerada […] parte de la Guerra Fría” (Buitrago, 2003). De esta manera se definió a Cuba como un representante del imperialismo soviético, una base para la agitación y la subversión comunista dentro del hemisferio occidental.

Finalmente, la importancia de los medios de comunicación y especialmente de la prensa es un “reflejo de la historia inmediata, capaz de informar y formar opiniones” (Saiz, 1996), para el caso de la Guerra Fría fue un altavoz para difundir el discurso anticomunista de Estados Unidos, con el fin de transmitir a través de la opinión publica una postura radical y contraria a lo que difundía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. De esta manera “por comunismo se entendía todo lo que pusiera en entredicho cualquier aspecto del mundo occidental, cualquier oposición” (Nieto & Garcia, 2009). Así, los medios de comunicación construyeron una imagen doble del enemigo “un modelo doble que incluía políticas opuestas, aunque complementarias lo que se conoce como ‘la simbiosis’ del anticomunismo estadounidense y el anticapitalismo soviético que se relaciona con la construcción de la ‘imagen del enemigo’” (López, S/F)

Referencias

Buitrago, F. L. (2003). La doctrina de seguridad nacional: materialización de la Guerra Fría en América del Sur. Revista de Estudios Sociales.

Doherty, T. (2003). Cold War, Cool Medium: Television, McCarthyism, and American Culture. Nueva York: Columbia University Press.

López, G. L. (S/F). Cold War, Propaganda and Press: Cuba and Mexico and the Phantom of the International Communism, 1960-1962. Universidad Autónoma Metropolitana.

Nieto, P. R., & Garcia, P. R. (2009). Bipolaridad y Guerra Fria en Iberoamerica La Doctrina de Seguridad Nacional en el mundo de bloques. Espacios Públicos, 12(24), 170.

Stonor, F. (1999). La CIA y la Guerra Fría Cultural. Debate.

Saiz, M. D. (1996). Nuevas fuentes historiograficas . Historia y Comunicación Social , 132.

Saunders, F. S. (2001). La cia y la guerra fría cultura. Barcelona, : 2001.

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