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FORO CUBANO Vol 6, No. 52 – TEMA: LECCIONES PARA EL SOSTENIMIENTO DE LA DEMOCRACIA

Cuba: el monopolio estatal sobre la enseñanza y la cultura: una amenaza a la democracia en América Latina

Vistas

Por: Dimas Castellanos Martí

Enero 2023

La enseñanza y la cultura, son factores esenciales para la formación humana y el desarrollo de las naciones; en Cuba fueron sometidas al control del Estado con el fin de fortalecer y conservar el poder establecido en 1959; un hecho sin el cual no puede explicarse la prolongada duración del totalitarismo cubano, ni muchos acontecimientos ocurridos en América Latina en los últimos 64 años.

En febrero de 1959, la Constitución de 1940 fue sustituida, sin consulta popular, por Ley Fundamental del Estado Cubano. Todos los poderes se concentraron en el Consejo de Ministros encabezado por el jefe de la Revolución. Desde ese control comenzó el desmontaje de la institucionalidad existente:

1.    El sistema de Escuelas Normales que antes de 1959 graduó miles de magníficos pedagogos, fue clausurado. En su lugar, se crearon escuelas para formar maestros adoctrinados ideológica y militarmente. En el Congreso de Maestros Rurales, agosto de 1959, Fidel Castro dijo: “Al llegar nosotros al poder nos encontramos con un número extraordinario de maestros con títulos, que, sin embargo, no tenían trabajo; 600.000 niños aproximadamente que no estaban recibiendo enseñanza”. Es decir, faltaban aulas, no maestros, el cierre pues, respondía a otras razones.

2.    El 6 de junio de 1961, con el argumento de que las escuelas privadas fomentaban privilegios, se dictó la "Ley de Nacionalización General y Gratuita de la Enseñanza", que no fue una nacionalización, sino una estatización: la enseñanza no era extranjera.

 

3.    En diciembre de 1960, se crearon las Escuelas de Instrucción Revolucionaria para el adoctrinamiento ideológico y la construcción de un partido único, con el nombre de “Organizaciones Revolucionarias Integradas” (ORI). A la vez se asumió al marxismo como ideología oficial. En marzo de 1962 las ORI se convirtieron en el Partido Unido de la Revolución Socialista, el cual en 1965 asumió el nombre de Partido Comunista de Cuba, encabezado por el Primer Ministro y Comandante en Jefe. Dos años después, el 27 de junio de 1962, Fidel calificó al marxismo como: “la ciencia más difícil, la ciencia más profunda, la única ciencia política y única ciencia revolucionaria verdadera”. 

4.    La censura del documental PM (pasado meridiano), que  mostraba a los cubanos ajenos a las amenazas del imperialismo, festejando con música y alcohol, lo cual negaba el estereotipo impuesto de un pueblo imbuido en la construcción del socialismo, provocó un debate que terminó en una reunión de escritores y artistas, el 30 de junio de 1961, donde Fidel Castro pronunció el discurso conocido como “Palabras a los Intelectuales”, en el que se preguntó: “¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas, revolucionarios o no revolucionarios? y se respondió a sí mismo: Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho. Y añadió: Esto es un principio general para todos los ciudadanos”. Palabras que se convirtieron en preceptos, leyes y consignas para criminalizar el disenso. 

En 1961 en la Campaña de Alfabetización, utilizada para el adoctrinamiento, participaron 300 mil maestros, alfabetizadores, cuadros políticos y trabajadores administrativos, demostrando la cantidad de cubanos preparados antes de 1959.

En enero de 1962, con “La reforma de la enseñanza superior en Cuba”, la autonomía universitaria desapareció de facto. La Junta Superior de Gobierno presidida por el Rector, pasó a ser el órgano de más alta jerarquía en el régimen de la Universidad, con lo cual se negó la historia de lucha desde la fundación de la Federación de Estudiantes Universitarios en 1922, hasta la promulgación de la Constitución de 1940, la que refrendó en su artículo 53: “La Universidad de La Habana es autónoma y estará gobernada de acuerdo con sus Estatutos y con la Ley a que los mismos deban atemperarse”. 

La pérdida de la autonomía, una de las principales fuentes de cambios sociales de la República, constituyó un retroceso: la excluyente declaración de “la "Universidad para los revolucionarios" en 1971; las palabras de la ministra de Educación Superior en 2019:  “El que no se sienta activista de la política revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas, debe renunciar a ser profesor” universitario; son dos pruebas del retroceso sufrido; y los cientos de profesores y alumnos expulsados u obligados a abandonar sus trabajo o estudios, en violación de los derechos humanos, como lo viene documentando el Observatorio de Libertad Académica en sus informes mensuales, lo confirman.

Resumiendo: el cierre de las escuelas normales, las palabras a los intelectuales, la eliminación de la enseñanza privada, las Escuelas de Instrucción Revolucionaria, la creación de un sólo partido, la alfabetización, y la eliminación de la autonomía universitaria y la libertad académica, fueron pasos determinantes para la existencia y duración del totalitarismo implantado en Cuba.

Uno de los ejemplos más ilustrativos del empleo de la enseñanza, de los maestros y de la cultura para imponer un pensamiento único, tuvo lugar en 1968. Para mejorar las relaciones con el Kremlin, dañadas por la exportación de la revolución, en contra de la línea de coexistencia pacífica, el Gobierno cubano apoyó la invasión soviética a Checoslovaquia; apoyo criticado por intelectuales de izquierda, cubanos y extranjeros, opuestos al socialismo al estilo soviético. En respuesta, el Gobierno cerró la revista Pensamiento Crítico y el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana. El 30 de abril de 1971, en el Congreso de Educación, rebautizado como Congreso de Educación y Cultura, Fidel atacó a los intelectuales que disentían y en su lugar designó a los maestros adoctrinados ideológicamente, “como paradigmas del intelectual revolucionario”.

La exportación del modelo.

La exportación del totalitarismo cubano mediante las armas, cuyo colofón fue la muerte de Ernesto Guevara en 1967, se retomó con el arribo al poder de gobiernos ideológicamente afines al cubano, mediante el envío de misiones educativas y de salud. Chile y Venezuela son dos ejemplos ilustrativos.

En Chile, Salvador Allende, después de tres intentos fallidos en 1952, 1958 y 1964 se impuso en los comicios de 1970 con una coalición de centro-izquierda, bajo el rótulo de Unidad Popular. Su plan consistía en una transición pacífica al socialismo, basada en la nacionalización del cobre y de las empresas claves de la nación, la creación de un “Poder Popular”, y la profundización de la reforma agraria, entre otras medidas; pero sin alterar la institucionalidad existente. 

Apenas una semana en la presidencia, Allende restableció las relaciones diplomáticas con Cuba, e invitó a Fidel Castro en un momento en que el Gobierno cubano, desde su exclusión de la OEA, se encontraba aislado en el continente. Durante 23 días, entre noviembre y diciembre de 1971 el líder cubano realizó un periplo en el que pronunció unos 30 discursos en centros industriales, universidades, pueblos y ciudades.

Ante los obreros y vecinos de Lota y Coronel, el 18 de noviembre, dijo: “Por eso nuestra revolución, la revolución moderna, la revolución socialista, es considerada históricamente la más noble, la más alta aspiración del hombre” (Bohemia, 10 de diciembre de 1971). 

Como el presidente chileno no coincidía con Fidel en la forma de implantar el socialismo, en Punta Arenas, el 21 de noviembre, en presencia de Fidel expresó: 

“El proceso revolucionario de Chile de acuerdo con nuestra historia y nuestra tradición, está basado esencialmente en la conciencia política de las masas populares chilenas y en la firmeza de nuestras instituciones seculares. Nosotros queremos hacer las profundas y grandes transformaciones que Chile reclama y necesita dentro del status jurídico general, porque esta es la tradición de Chile. Otros pueblos no tuvieron tan sólida tradición, buscaron el único camino que podían utilizar, el camino de las armas y triunfaron con ellas como es el caso heroico de Cuba revoluciona”.
 

El Golpe militar de 1973 en Chile, tuvo el mismo efecto que el fracaso de la guerrilla con la muerte de Ernesto Guevara.

En Venezuela, Rómulo Betancourt, electo presidente en diciembre de 1958, recibió a Fidel Castro el 24 de enero de 1959. En la reunión, el líder cubano le solicitó 300 mil barriles diarios de petróleo, a lo que Betancourt respondió que lo haría a cambio del pago por adelantado a precio de mercado, lo que molestó Castro (Escovar, 1982). Luego, en sintonía con la declaración de la OEA en 1960, acerca de que el sistema interamericano era incompatible con cualquier forma de totalitarismo, Betancourt rompió relaciones con Cuba, apoyó su expulsión de la OEA, y solicitó se le sancionara por el descubrimiento de un cargamento de armas en una playa venezolana. 

El coronel Hugo Rafael Hugo Chávez, quien fundó en los años 80 el “Movimiento Bolivariano Revolucionario” y participó en un frustrado golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez, al ser indultado, Fidel Castro lo invitó a Cuba y le brindó un tratamiento a nivel de jefe de Estado. En 1997 Chávez fundó el “Movimiento Quinta República” y con un lenguaje populista, aprovechando el descontento por las necesidades irresueltas e injusticias acumuladas, ganó las elecciones de diciembre de 1998. A partir de ese momento Cuba recibió el petróleo que Rómulo Betancourt le negó y comenzó el trasplante del totalitarismo cubano a Venezuela mediante reformas constitucionales. 

En 1999 Chávez convocó un referendo para conformar una nueva Constitución que permitiera la reelección. En 2000, al ser reelegido, solicitó poderes especiales para legislar por decreto. En 2004, al ser ratificado convocó otra Constituyente para reformar la Carta Magna, con la cual eliminó la división de poderes. En 2007, de forma similar a Cuba, creó el “Partido Socialista Unido de Venezuela”, anunció la construcción del "Socialismo del siglo XXI" y convocó un nuevo referéndum para convertirse en dictador constitucional de por vida. Con el poder acumulado y el asesoramiento cubano, emprendió la exportación del modelo cubano-venezolano a países como Ecuador, Bolivia y Nicaragua, entre otros. Ese proceso, aún en marcha, resulta inexplicable sin la labor adoctrinadoras de las misiones enviadas por Cuba.

Las asociaciones regionales

En 1962 Cuba fue excluida del sistema interamericano, por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y los intentos de expandir la revolución con las guerrillas. Con el fin de romper el aislamiento y extender el modelo cubano-venezolano al resto de la región, en diciembre de 2004 se fundó “La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Libre Comercio de los Pueblos”, en la que para ser miembro no se exigía el respeto a los derechos humanos.  

En junio de 2009 los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Perú intentaron el reingreso de Cuba a la OEA, pero ésta puso como condición que la Isla solicitara el ingreso conforme a los principios contenidos en la "Carta Democrática Interamericana" de 2001, en la que se refrendaron los elementos básicos de la democracia como condición de obligatorio cumplimiento para todos sus miembros. 

La respuesta del Gobierno cubano Cuba fue luchar por el desmantelamiento de la OEA y sustituirla por una nueva organización de países latinoamericanos y caribeños, sin Estados Unidos, la cual tuvo su fundación definitiva en 2011: “la Comunidad de Estados latinoamericanos y del Caribe” (CELAC), en la que Cuba pudo integrarse sin compromisos vinculantes respeto a la democracia y los derechos humanos 

Las misiones

A partir de 1972, en Cuba se formaron varios destacamentos de estudiantes. Uno de ellos, el destacamento Che Guevara, tomó parte en la batalla de Zumbe, en Angola. En 1982 se creó el Destacamento "Carlos J. Finlay", al que Fidel Castro exhortó a convertirse en cadetes de la medicina para prestar sus servicios en otros países. En 2007 se creó el Movimiento de Avanzada "Mario Muñoz", de estudiantes de medicina. Y posteriormente el Destacamento "Piti Fajardo”. A esa fuerza paramilitar, Fidel la bautizó como “Ejército de batas blancas”.

En el 2000, en Venezuela las misiones educativas Robinsón, Ribas y Sucre, para erradicar el analfabetismo, se emplearon para el proselitismo; mientras la Misión Barrio Adentro, de salud se extendió a 24 Estados y 335 municipios. En esas y otras misiones los destacamentos cubanos, paralelo a la función educativa y de salud, fueron y son utilizadas para fortalecer el chavismo. Y de forma similar han actuado en Bolivia, Nicaragua, Honduras y en otros países de América latina y del Caribe. 

La función e importancia de estas fuerzas la explicó Fidel Castro:

En la clausura del Primer Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria, el 13 de marzo de 1979, planteó: “¿Acaso la Revolución le ha quitado a la masa estudiantil su campo de lucha? No. La Revolución, en cambio, creó un campo de lucha mucho más amplio, mucho más universal, una tarea gigantesca: la de hacer la Revolución, la de construir el socialismo, la de practicar el internacionalismo”. 

En la clausura del IV Congreso de la UJC, el 4 de abril de 1982, dijo: “Es importante que nuestros jóvenes tengan presente que su obra, su ejemplo, no solo será útil a la Patria, sino que será útil también a todos los pueblos de América Latina”.

En el II Congreso de la FEU, el 20 de diciembre de 1982 explicó que a Nicaragua se enviaron 100 estudiantes del último año de medicina, para que hicieran su internado de sexto año y permanecieran dos años en ese país y luego se enviaron otros 200. Para ese objetivo subrayó: “lo importante es esa disposición incondicional a hacer lo que sea necesario para resolver un problema. Creo que uno de los puntos prevalecientes fue esta cuestión que ustedes han acuñado con otra frase, que es la incondicionalidad para cumplir cualquier tarea que se les señale”.

Conclusión.

La evolución del programa democrático anunciado en 1953 al sistema totalitario, que ha hundido a Cuba en la extrema pobreza y la falta de libertades en que se encuentra  y que actualmente amenaza con transitar hacia el modelo ruso de Putin, modelo ajeno a nuestra cultura y a nuestra idiosincrasia, con el único objetivo de conservar el poder y los privilegios adquiridos en los más de seis décadas, constituye un hecho lo suficientemente dañino y peligroso para la democracia en nuestra región como para no prestarle toda la atención y la respuesta que merece.

La Habana, 3 de febrero de 2023.

Referencias.

Bohemia. (1971, diciembre 10). No. 50, p 85.


Escovar, R. (1982). Rómulo Betancourt and the Transformation of Venezuela. Transaction Books.

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